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Viviendo en la superficie

Un acuario plantado no tiene por qué estar únicamente constituido por plantas fijadas a un sustrato, si bien es cierto, que si la iluminación no es muy intensa, no nos va a quedar otro remedio.

Las plantas flotantes son un complemento decorativo muy interesante, y a la vez útil, en nuestros acuarios, de modo que vale la pena conocerlas un poco mejor y esperamos que el presente artículo cumpla con este objetivo.

¿Qué son las plantas flotantes?

Dentro de esta categoría, englobamos a todo un conjunto de especies con morfotipos bastante diferentes. Lo primero que debemos tener en cuenta, es que la denominación de planta flotante hace referencia, tanto a todo ese conjunto de plantas que flotan en la superficie del agua (hojas aéreas y raíces sumergidas) como a aquellas que están sumergidas completamente (flotan en la columna de agua), pero no están fijadas a un sustrato, es decir, aquellas que también viajan a la deriva a merced de las corrientes.

Botánicamente, todas quedan catalogadas como macrófitos acuáticos y por tanto, hidrófitos, pero es importante tener en cuenta las consideraciones del párrafo anterior cuando estudiamos su morfología, anatomía y fisiología.

Por ejemplo, las plantas que viven completamente sumergidas dependen del agua como fuente de nutrientes, agua y carbono, mientras que las plantas que flotan en la superficie, sólo dependen del agua como suministro de nutrientes y de agua propiamente dicha, ya que el intercambio de gases lo realizan con el aire.

Por tanto, debemos tener en cuenta los dos morfotipos:

Tipo biológico I

Las plantas flotan en la superficie del agua. Pueden tener las raíces y las hojas reducidas a la mínima expresión como es el caso de la lenteja de agua ( Lemna minor ), o bien ser plantas perfectamente desarrolladas que tienen: raíces, tallo y hojas, a la vez que un aparato hidrostático (pecíolos de las hojas abultados) bien desarrollado que les garantiza la flotación como es el caso del jacinto de agua ( Eichornia crassipes ).

Tipo biológico II

Las plantas flotan en la columna de agua. Plantas con tallos y hojas que pueden o no presentar raíces dependiendo de la especie. Las hojas están profundamente divididas y coloquialmente los acuariófilos las llaman "hojas de pino", aunque no tengan nada que ver con las de los pinos.

Funciones de las plantas flotantes

Aparte de las funciones típicas de cualquier planta acuática, especialmente destacables en el caso de las plantas flotantes son:

  • Crear zonas sombrías

En acuarios muy iluminados, los peces que viven entre las penumbras no se sienten muy cómodos y sus colores palidecen. Para evitarlo, podemos colocar algunas plantas flotantes que "filtren" la luz y creen zonas sombrías.

  • Refugio para alevines

Los alevines pueden huir de sus potenciales depredadores refugiándose entre la maraña de raíces y hojas que crean las plantas flotantes en la superficie. Aparte, algunos peces utilizan estas plantas para construir sus "nidos" como es el caso de los laberíntidos (no todos).

Selección de especies

Hemos hecho una selección de las especies de estanque y de acuario que más frecuentemente podemos encontrar en los comercios del ramo. Describiremos cada una de ellas y comentaremos brevemente sus requerimientos, todo para que su mantenimiento en nuestros hogares esté cargado de éxitos y no de fracasos.

UNA HEPÁTICA FLOTANTE

Riccia fluitans es uno de los briófitos más populares entre los aficionados, después del conocido musgo de Java ( Vesicularia dubyana ).

Lo que quizás mucha gente no sabe, es que no se trata de una planta propiamente dicha, como el resto de plantas de acuario, y que ni tan siquiera tiene la complejidad de un musgo, sino que se trata de un vegetal de características todavía más "primitivas", una hepática.

Esperamos que tras la lectura de esta ficha, conozcáis un poco mejor a esta interesante planta que es con frecuencia ignorada por muchos acuariófilos principiantes y que tantos problemas ha solucionado a los más veteranos.

Descripción

Se trata de una planta cosmopolita perteneciente a la familia Ricciaceae que se adapta fácilmente a cualquier biotopo, siempre que exista: buena iluminación y una temperatura no inferior a 15ºC.

La riccia es una hepática talosa con aparato vegetativo en forma de "Y" que puede llegar a formar alfombras densas en la naturaleza de más de un metro cuadrado tanto flotantes como fijadas a un sustrato (roca o tronco situado en las orillas de los arroyos). El color varía desde el verde esmeralda al verde oscuro.

Dentro de R. fluitans , encontramos dos variedades principales: europea y japonesa. Esta segunda es la que se utiliza para realizar esas composiciones sumergidas de riccia que recubren troncos y suelos de acuario, aprovechando que tiene unos talos más largos que la primera que le facilitan su fijación.

Mantenimiento

Esta planta es únicamente adecuada en nuestra latitud para el mantenimiento en acuario . Gusta de: aguas blandas, ácidas, inyección de dióxido de carbono, luz intensa y fertilización de la columna de agua con un abono líquido completo (importante el hierro). Un aspecto no menos importante es la temperatura. Nunca debe bajar de los 15ºC ni superar los 30ºC o corremos el riesgo de perder a la hepática.

Si la superficie de nuestro acuario no tiene excesiva corriente y cumplimos a raja tabla todos sus requerimientos, riccia se puede convertir en una "mala hierba" que proliferará a mansalva semana tras semana.

Debemos controlar su crecimiento retirando parte de su biomasa para evitar que acabe cubriendo completamente la superficie del agua y deje sin luz a las plantas de los niveles inferiores.

Las algas verdeazules (cianoprocariotas) es una de las plagas más frecuentes en los cultivos de Riccia . Parece ser que colocando los focos de halogenuros a escasamente 5 cm. de su superficie solucionamos el problema. De todos modos, nosotros nunca lo hemos probado y, sea como sea, lo que os recomendamos es que si detectáis la presencia de estas algas, retiréis la riccia contaminada, dejando en el acuario sólo las partes sanas.

Si bien el cultivo en superficie es uno de los más extendidos, cada vez coge más fuerza el cultivo sumergido. Lo primero que debemos tener en cuenta es que si en superficie la riccia es una ávida consumidora de luz, también lo es niveles inferiores, con el agravante, que la columna de agua absorbe luz y necesitaremos unos focos de mayor potencia para que le llegue con la misma intensidad la luz que en la superficie.

Aparte de todos los otros factores que os hemos comentado al incio de este apartado, debéis tener en cuenta a los pobladores animales de vuestro acuario. Hay peces que son delicados en sus movimientos, pero otros, pueden desmontarnos toda la decoración de nuestro acuario por mucho esmero que hayamos puesto. Nuestra recomendación es que tengáis peces pequeños, si os gustan este tipo de composiciones, y que, particularmente en este caso, evitéis a los peces de fondo.

Recomendación especial

Es una "planta" flotante ideal para todos aquellos aficionados que os queráis dedicar a la cría de algunos laberíntidos ( Betta , Trichogaster , Macropodus ) o que busquéis una planta de superficie que cree una maraña que sirva de refugio a los alevines.

Aparte, debemos tener en cuenta, que el agua retenida entre los talos de esta hepática es un excelente lugar para que proliferen los infusorios que sirven de alimento a los alevines más pequeños de nuestros peces.

 

LENTEJAS DE AGUA

Las lentejas de agua son plantas acuáticas reducidas a la mínima expresión. Son plantas flotantes que aparecen en grandes cantidades cubriendo la superficie de aguas estancadas ricas en nutrientes. Son consideradas una plaga y, muy a menudo, llegan de forma involuntaria a nuestros acuarios y estanques, aunque en el caso de algunas especies son introducidas voluntariamente.

Aquí hablaremos de dos especies: Lemna minor y Limnobium laevigatum .

Descripción

L. minor es una pequeña planta acuática de 2 a 3 mm. de diámetro perteneciente a la familia de las lemnáceas. Está constituida por unas láminas verdes ovales que se pone en duda que sean verdaderas hojas. De estas láminas salen unas raicillas por medio de las cuales, la planta absorbe los nutrientes del agua y también, le sirven para hacer de peso y mantener la posición.

Se la considera una mala hierba de los cultivos de agua (arrozales, invernaderos de plantas de acuario, etc...) y puede darnos bastantes problemas si llega a nuestro estanque o acuario, de modo que siempre que podamos evitar su introducción (principalmente en el primero), pues mucho mejor. La razón es que aún retirando la mayor parte de las lentejas, sólo que nos quede alguna escondida en algún rincón de la superficie, será más que suficiente para que empiece a proliferar y volvamos a tener nuevamente la superficie recubierta de lentejas.

La planta se protege de sus potenciales depredadores, como son los caracoles de agua, mediante la formación de cristales de oxalato cálcico en el interior de las células.

Aunque no recomendamos su uso en estanques con peces ornamentales y acuarios, ya que hay plantas mucho menos problemáticas y que realizan la misma función, si puede resultarnos útil para decorar estanques donde habiten tortugas acuáticas y también, como planta de superficie en acuaterrarios. Aquí nos ayudarán a mantener el agua en buenas condiciones y evitarán la proliferación de algas.

Aparte de L. minor que es la especie más popular, existen otras especies del mismo género: L. gibba y L. trisulca que presentan pequeñas diferencias morfológicas con la primera. La cuarta especie, L. major , ha sido actualmente reclasificada dentro de un nuevo género como Spirodela polyrhiza que coloquialmente podríamos definir como una lemna de tamaño familiar (10 mm. de longitud).

L. laevigatum se conoce vulgarmente como bocado de rana o bien, como lenteja de agua amazónica, aunque, aparte de América del Sur, la podemos encontrar también en América Central. Pertenece a la familia Hydrocharitaceae y tiene un tamaño superior al de la lenteja de agua típica de nuestras charcas. Presenta unas hojas cordiformes y gruesas de no más de 20 mm. de longitud. Se reproduce mediante estolones y si la dejamos proliferar, puede llegar a cubrir toda la superficie del acuario. Se trata de una de las plantas de mayor antigüedad en acuario, ya que su cultivo se remonta al siglo pasado.

Aunque L. laevigatum es la especie más popular, del mismo género, tenemos a otra especie que merece la pena comentar, L. spongia , la cual es originaria de América del Norte.

Si las condiciones son favorables (preferiblemente bajo radiación solar), puede llegar a florecer. Son plantas dioicas y triméricas. Las flores masculinas emergen dentro de una espata, lo cual las asemeja con las aráceas.

Mantenimiento

Desaconsejamos totalmente el mantenimiento de L. minor como planta de flotante, salvo en los casos puntuales que hemos comentado. Es preferible utilizar otras plantas que podamos controlar su proliferación más fácilmente.

De interesarnos su utilización, esta planta sobrevive perfectamente todo el año en el exterior, pasando la estación desfavorable en forma de estructuras de resistencia.

Por el contrario, el bocado de rana es una planta menos problemática y mucho más decorativa, al menos, desde nuestro punto de vista. Tiene la pega que no sobrevive al frío invernal de nuestras latitudes , si bien esto puede ser visto como una ventaja, ya que es una manera natural de controlar su proliferación y que no se convierta en una planta invasiva como ocurre con L. minor . Esta última, una vez se ha introducido en un estanque, es muy difícil de erradicar.

L. laevigatum prefiere: una temperatura comprendida entre los 18 - 25ºC para desarrollarse, agua blanda y ácida, y una buena iluminación junto con un adecuado abonado de la columna de agua. Una vez la planta se ha aclimatado a nuestro acuario, proliferará a mansalva y cada semana deberemos realizar podas para que no recubra toda la superficie del acuario.

Ambas especies requieren aguas con poca corriente (prácticamente estancadas) para desarrollarse de forma adecuada.

 

HELECHOS FLOTANTES

Los helechos son de las plantas de acuario más agradecidas que tenemos los aficionados. Se trata de plantas poco exigentes, en comparación con otras plantas flotantes, muy adaptables y de rápido crecimiento.

En este apartado, hablaremos de:

LOS CERATOPTERIS

Pertenecientes a la familia Parkeriaceae , son las plantas ideales para los aficionados que buscan alguna planta de fácil cuidado para introducir en su acuario. Se trata de plantas muy plásticas que pueden cultivarse tanto enterradas en un sustrato como flotando, de modo que nos ofrecen diferentes posibilidades de decoración. De todos modos, la tendencia de estos helechos es siempre permanecer en la superficie, aunque los hayamos plantado en el sustrato, y de ahí, que nosotros hayamos preferido considerarlos como plantas flotantes más que como planta de sustrato.

Descripción

Son tres las especies comercializadas de este género, de modo que para hacer las descripciones, mejor hablaremos de cada una de ellas por separado.

C. pteridioides

Guarda un gran parecido con C. cornuta , lo que ha causado confusión durante muchos años e hizo que se consideraran ambas, la misma especie. Actualmente, se sabe que son dos especies diferentes, pese a que algunos comerciantes continúan confundiéndolas.

De las tres especies de ceratopteris, ésta es la más flotante de todas, no pudiendo vivir enterrada en un sustrato o de hacerlo, perece al poco tiempo. Ideal para crear sombras y de crecimiento extraordinariamente rápido. Igualmente, sus espesas raíces constituyen un excelente refugio para los alevines.

Se multiplica mediante bulbilos, es decir, pequeñas plántulas que nacen de sus hojas y que cuando han crecido lo suficiente, se separan de la planta madre.

Es una planta oriunda de América tropical, pero se extiende hasta el sudeste asiático.

C. cornuta

Morfológicamente, se parece mucho a la anterior especie, si bien sus hojas tienen unos entrantes mucho más evidentes.

Tolera tanto la plantación en sustrato como flotando, si bien su preferencia es mantenerse flotando. Si la plantamos en el sustrato, observaremos como tarde o temprano, el helecho va haciendo presión con sus raíces hasta que consigue liberarse y flota en la superficie.

El tamaño de este helecho es mucho mayor que el de la anterior, y sin engañaros, una planta hermosa de C. cornuta puede llegar a cubrir con sus frondes la superficie de un acuario de 96 litros ella sola.

Se multiplica mediante bulbilos, es decir, pequeñas plántulas que nacen de sus hojas y que cuando han crecido lo suficiente, se separan de la planta madre.

Este helecho se encuentra actualmente muy extendida por toda África.

C. thalictroides

Se le conoce coloquialmente con el nombre de duende de agua y es la especie de mayor tamaño de las tres que os describimos.

Puede mantenerse enterrada o flotando en superficie, y tolera perfectamente ambos cultivos. Lo único a tener en cuenta, es su voluminoso tamaño, de modo que únicamente podemos recomendarla para acuarios de gran tamaño y, especialmente, altos.

Se multiplica mediante bulbilos, es decir, pequeñas plántulas que nacen de sus hojas y que cuando han crecido lo suficiente, se separan de la planta madre.

Este helecho es el más cosmopolita de los tres. Lo podemos encontrar en todas las zonas tropicales desde América hasta Ásia.

Mantenimiento

Son plantas muy plásticas y adaptables, pero como todos los organismos, tienen sus preferencias. Se desarrollarán mejor si en nuestro acuario tenemos un agua ligeramente ácida, blanda y hay luz abundante.

La temperatura no es un factor crítico en acuario , si bien cuando la cultivamos en el exterior, se comporta como anual, desapareciendo por completo con la llegada de los fríos otoñales o hibernales (temperatura inferior a 22ºC).

El agua no debe tener partículas en suspensión que vayan acumulándose en sus raíces o perjudicaremos su salud.

Aunque presentan un crecimiento muy rápido, pueden controlarse con facilidad, retirando semanalmente el exceso que no queramos.

Son plantas flotantes excelentes para los acuarios de cría, pero también para aquellos acuarios en los que habiten peces de superficie: peces mariposa, medio pico pato, etc...

Si es posible, recomendamos su cultivo en acuarios destapados donde no haya pantallas de luz "pegadas" a las plantas. Sólo así conseguiremos que los ceratopteris luzcan en todo su esplendor.

LAS SALVINIAS

Las salvinias son conocidas como plantas de acuario desde el siglo pasado y, muy probablemente, fue la salvinia brasileña ( Salvinia auriculata ), quien cautivó a los primeros aficionados que decidieron colocar a estos bellos helechos en sus acuarios.

Pertenecen al nivel de organización de las hidroptéridas y se caracterizan por presentar heterosporia con mega y microesporangios de paredes delgadas, sin anillo y encerrados en receptáculos especiales llamados esporocarpos, situados en la base de las hojas. Dentro de este nivel de organización, constituyen el orden propio de las salviniales con una única familia, las salviniáceas, oriundas de América del Sur, aunque posteriormente se han ido introduciendo en otros contienentes.

Nos centraremos en esta ficha que os hemos preparado en la especie S. auriculata , si bien, también podéis encontrar en los comercios S. natans y S. rotundifolia .

Descripción

La salvinia brasileña es un helecho acuático con frondes flotantes bilobados de máximo 4 cm. de largo y con la base en forma de corazón.

Presentan tres "hojas" en cada nudo que se encuentra en un tallo no muy ramificado. Las dos superiores son flotantes y tienen ese aspecto que os acabamos de comentar con espacios intercelulares de gran tamaño, mientras que la "hoja inferior" está profundamente dividida en numerosas lacinias filiformes (estilo pelos) que cuelgan desde la superficie y que hacen la función de raíces, de las que originariamente carecía esta planta.

Los esporangios aparecen en la base de la planta en un número variable que va de cuatro a ocho. De todas formas, el mecanismo que utiliza la planta, principalmente, para proliferar es la multiplicación vegetativa y, muy especialmente, cuando las condiciones ambientales son favorables.

Mantenimiento

Las salvinias gustan de aguas estancadas o con poca corriente y ricas en nutrientes (especialmente hierro). Tienen una clara preferencia por la luz difusa más que la solar directa que podría quemar sus "hojas" y no toleran temperaturas inferiores a los 18ºC.

Si queremos que las salvinias desarrollen su máximo esplendor, deberemos cultivarlas en estanques al aire libre. Aquí, es donde desarrollarán toda su belleza, si bien, esta práctica queda relegada en nuestras latitudes a los meses de verano, ya que al llegar el otoño, la planta morirá.

En acuario, generalmente, no podemos observar la morfología típica de estas plantas y solemos tener salvinias con hojas reducidas y muy aplanadas.

Estos helechos son unos excelentes indicadores (muy sensibles) de la carencia de hierro (todas las plantas flotantes lo son de por sí). Los test de hierro, a menudo, no son lo suficiente informativos y a quien debemos recurrir en estos casos y siempre, es a las plantas que estamos cultivando y ver cómo se desarrollan, independientemente de lo que digan los test. Si las hojas nuevas de salvinia amarillean, dar por seguro que los niveles de hierro de vuestro acuario están bajos.

AZOLLA CAROLINIANA

Helecho flotante de afinidad tropical perteneciente al nivel de organización de las hidroptéridas y que encontramos englobado dentro del orden de las salviniales. Se la considera una "mala hierba" de los cultivos y comparte hábitat con la lenteja de agua.

Las aves acuáticas la han ido extendiendo en sus desplazamientos migratorios y, actualmente, la podemos considerar cosmopolita. Sería un caso parecido al que sucede con la lenteja de agua.

Descripción

Se trata de un helecho flotante de pequeñas dimensiones que crece cubriendo la superficie del agua, pero que también lo podemos encontrar creciendo sobre sustratos muy húmedos tales como el fango.

Su crecimiento es muy típico y recuerda a la colocación de la tejas en los tejados de las casas rurales. Forman un imbrincado muy compacto que a ojos de algunos autores, la convierten en una planta muy decorativa y que, incluso, da un encanto especial a la superficie del agua. A esto debemos añadir, que es una planta problemática, dado que cubre completamente la superficie y no deja pasar la luz a las plantas de los niveles inferiores.

Si la iluminación es muy intensa, sus hojas presentan una coloración rojiza muy característica.

Cada una de sus hojitas presenta dos lóbulos, de los cuales, el superior es flotante y fotosintético, mientras que el inferior se dedica a la captación de agua. En ocasiones, estos lóbulos inferiores pueden transformarse en esporocarpos (estructuras reproductoras).

Los lóbulos superiores tienen una cavidad donde se aloja el cianoprocariota simbionte Anabaena azollae , gracias al cual, la planta puede fijar nitrógeno atmosférico y no depende de la concentración que tenga éste en el agua. Esta particularidad hace que las masas flotantes de azolla sean utilizadas por los agricultores como abono natural para sus campos.

Mantenimiento

No es exigente con las condiciones ambientales y en cultivos al exterior, que es como mejor se desarrolla, tiene unas necesidades similares a la lenteja de agua.

Creciendo en estanques soleados, desarrolla una coloración rojiza muy atractiva, fruto de los pigmentos protectores que sintetiza para evitar que el exceso de radiación le queme.

Cuando la temperatura ambiental cae por debajo de los 18ºC, la planta muere.

 

JACINTO DE AGUA

El jacinto de agua es una planta flotante problemática en los trópicos, ya que prolifera de forma masiva, y dificulta: la navegación de barcos, la pesca y el desarrollo de macrófitos sumergidos. En resumidas cuentas, disminuye la diversidad de flora y fauna en las zonas donde se desarrolla.

Descripción

Se trata de una planta vigorosa provista de un rosetón basal de hojas con peciolos inflados (aerénquima) que le permiten la flotación. Dichas hojas son pulposas, de color verde brillante y tienen un tamaño entre 5 - 15 cm. de largo, dependiendo de las condiciones de cultivo.

Sus raíces son largas y, en las zonas lacustres de escasa profundidad, incluso llegan a arraigar en el fondo.

Utiliza básicamente la reproducción asexual (multiplicación vegetativa mediante estolones) para extenderse, si bien, cuando las condiciones ambientales son las óptimas, especialmente de iluminación, tiene lugar su reproducción sexual.

Ésta consiste en una preciosa inflorescencia que crece erguida de un tallo que sale del centro del rosetón que puede llegar a alcanzar los 15 cm. de longitud. La inflorescencia consta de 5 o 30 flores de color azul púrpura brillante, siendo el lóbulo más alto de cada una de las flores asimétrico y ensanchado, lo que la asemeja a la flor del jacinto terrestre al que debe su nombre. Este lóbulo tiene una característica mancha azulada con una amarilla en su centro.

La polinización es entomófila (insectos) que son atraídos por la vistosidad de los colores de la inflorescencia de esta bella planta que hace las delicias de los aficionados a los estanques.

Mantenimiento

Son plantas adecuadas para el cultivo principalmente en estanque , aunque en acuarios destapados y con una pantalla de luz (elevada ratio watios/litro) situada a cierta altura, es posible su mantenimiento.

Ávido consumidor de nutrientes, es un buen candidato para la depuración terciaria de las aguas residuales. También con esta intención, se le instala en acuarios y estanques, para reducir concentraciones de fosfatos y nitratos.

No es una planta muy exigente. Bastará con ofrecerle: escasa corriente, agua rica en nutrientes y abundante luz (incluyendo algunas horas de sol), para que la planta se desarrolle en todo su esplendor, e incluso, llegue a florecer.

En acuario, los individuos tienden a mostrarse débiles y nunca llegan a florecer. Para fortalecerlos, se recomienda sacarlos durante los meses del verano a una terraza soleada donde puedan retomar vigorosidad.

La planta es anual en nuestras latitudes. Su óptimo de temperatura se encuentra entorno a los 25ºC y cuando ésta desciende por debajo de los 18ºC, la planta empieza a resentirse y acaba desapareciendo.

Deben realizarse extracciones periódicas para evitar que acaben cubriendo toda la superficie.

 

LECHUGA DE AGUA

La morfología de sus hojas se asemeja a la de algunas variedades de lechuga de ensalada y de ahí, su nombre. Se trata de una de las plantas flotantes más clásicas de estanque, aunque dada su plasticidad, también la podemos mantener en acuario. Necesita un periodo de aclimatación que, quizás sea más largo que el del resto de flotantes, pero tras el cual, si las condiciones son buenas, la planta crecerá de forma vigorosa y cubrirá toda la superficie del agua vía estolones.

Descripción

Planta acuática flotante con un rosetón basal de hojas pulposas, verdes y recubiertas de toda una serie de tricomas (pelos) que le dan un aspecto aterciopelado.

Sus hojas presentan un estriado muy característico que deben a los diez nervios que las recorren y, aparte, son las responsables de garantizar la flotación por medio del tejido aerenquimatoso que las constituye. Del rosetón de hojas superficial, sale todo un conjunto de raíces que la planta utiliza para proveerse de nutrientes y agua.

Perteneciente a la familia Araceae , familia muy popular en acuariofilia y jardinería, su inflorescencia consiste en una espata (muy pequeña y apenas visible) que sólo aparecerá en condiciones de iluminación óptima y, por tanto, cuando las lechugas son cultivadas en estanque.

También la iluminación influye en el aspecto general de la planta. Si el crecimiento típico de la planta es erguido, como si colocáramos una lechuga en la superficie del agua, si la luz no es de suficiente intensidad (zona excesivamente sombría en estanques o lo que suele suceder en acuario), la planta deja caer sus hojas hasta que éstas tocan la superficie y forman rosetones superficiales.

Mantenimiento

Pese a su plasticidad, la planta donde más luce es en estanque o en cultivos al exterior (jarrones, bidones, etc...). Si nos decidimos por su mantenimiento en acuario, deberemos retirar la tapa del acuario y colocar la iluminación a cierta altura para evitar que sus hojas se quemen. Aparte, no es buena el agua de condensación para sus hojas que acabarían pudriéndose. De todos modos, volvemos a repetir, tenemos muchos números de fracaso.

Aguas ricas en nutrientes y de escasa corriente, junto con iluminación natural, son las claves para tener éxito con esta planta.

 

CANDELABRO ACUÁTICO

Los candelabros son unos macrófitos muy populares entre los aficionados, ya sean acuariófilos tradicionales o aficionados al estanque de jardín. Entorno a esta planta giran algunos mitos, pero al menos hasta donde hemos podido comprobar nosotros, no son del todo ciertos.

Son dos las especies que se tienen repercusión acuariófila: Ceratophyllum demersum y C. submersum . En la descripción, os comentaremos los caracteres que permiten su identificación, pero después daremos un trato generalizado a ambas especies, puesto que sus requerimientos son idénticos.

Descripción

Pertenecientes a la familia Ceratophyllaceae , los candelabros acuáticos se caracterizan por presentar hojas muy divididas, técnicamente laciniadas, y dentadas, dispuestas en verticilos, característica que comparten con otros macrófitos acuáticos tales como el género Cabomba o Ranunculus aquatilis .

La familia está constituida por un segundo género no tan popular como el de los candelabros, pero que creemos merece la pena comentar. Se trata del género Podostemum con la única especie P. ceratophyllum .

Son plantas monoicas, es decir, cada una de sus flores presenta un único sexo y no ambos como ocurre en las hermafroditas. El perianto está constituido por 12 piezas (en ocasiones 10) de coloración verdosa (flor femenina) o blanca (flor masculina) y en ambos casos, se presentan soldadas dichas piezas en su base.

Señal de primitivismo son las numerosas piezas que presentan en sus flores tanto a nivel de perianto como de estambres, que pueden llegar a tener hasta 24 dependiendo de las especies.

Las flores femeninas constan de un gineceo provisto de un solo carpelo y un estilo. Cuando ha tenido lugar la fecundación, se origina un fruto macizo que recibe el nombre de aquenio. Éste está rodeado de unos apéndices espinosos que facilitan la diseminación zoócora (el vector de dispersión son los animales) que presentan estas plantas.

De las dos especies comentadas, es C. demersum quien presenta un área de distribución más amplia, convirtiéndose así, en la especie más común tanto en los comercios como en la naturaleza. Se extiende por todo el hemisferio norte y baja hasta Sudamérica donde parece existir una cierta concentración de individuos. Aunque C. submersum presenta aproximadamente la misma área de distribución, es más rara de encontrar.

Otras especies del género son: C. platyacanthum , C. echinatum , C. muricatum , etc... pero todas ellas no forman parte de la flora de nuestro país.

La diferencia morfológica entre nuestras especies no es del todo sencilla y requiere un poco de atención para observar los caracteres. C. demersum tiene las hojas divididas dicotómicamente tan sólo una o dos veces, dando lugar a 2 - 4 segmentos lineares, planos y de tipo denticulado espinoso . Mientras que C. submersum presenta hojas divididas entre 3 y 4 veces que dan lugar a entre 5 - 16 segmentos, siendo éstos filiformes . El fruto del primero presenta tres espinas, mientras que el segundo sólo tiene una.

Carecen de raíces, de modo que crecen flotando libremente en la columna de agua.

Mantenimiento

Pese a la popularidad de la que goza esta planta entre los aficionados, no es que sea una de las más utilizadas en las composiciones vegetales. Se trata de una planta robusta que si le ofrecemos las mínimas condiciones que necesita, no nos va a dar ningún problema, crecerá exhuberantemente y será una excelente aliada para evitar la aparición de algas.

Respecto a esto último, debemos hacer una matización, ya que pueden leerse ciertas informaciones tanto en internet como en algunos libros que no nos parecen del todo acertadas, al menos, acorde con las observaciones que hemos hecho. Se dice que el candelabro acuático excreta sustancias que evitan la proliferación y matan a las algas del acuario, de modo que introducir unos cuantos tallos de candelabro, pueden ser la solución a los problemas de algas de los aficionados...bonito ¿verdad?

Véase la maraña de algas verdes filamentosas con C. demersum .

En la imagen, pueden observarse dos zonas claramente diferenciadas. A un lado, tenemos al candelabro acuático, mientras que en el otro tenemos todo un entramado de filamentos verdes (algo oscurecidos en la fotografía) que corresponden a la alga verde filamentosa Cladophora . Las algas hicieron acto de presencia en este recipiente exterior aún con la presencia del ceratofilo y también, quedaron algas que ni se inmutaban, cuando en otro recipiente con un crecimiento bárbaro de algas, se añadió ceratofilo posteriormente.

En resumidas cuentas, lo que significa es que la presencia de ceratofilo no influye para nada en el crecimiento general de las algas del acuario o estanque, bueno mejor dicho, no hace más efecto que la competencia por los recursos (nutrientes, luz) que se establece entre las algas y cualquier planta de crecimiento rápido que se introduzca en un acuario o estanque.

Lo que sí parece observarse, es que sobre el ceratofilo no crecen las algas o, al menos, no crecen con tanta facilidad como lo hacen sobre otros macrófitos. Puede que ahí esté el papel de esas sustancias que secreta, aunque nosotros no hemos comprobado la naturaleza de las mismas.

Nosotros siempre hemos desconfiado de las propiedades antialgas de los candelabros acuáticos, pero no nos hemos pronunciado hasta que no hemos tenido unos cuantas situaciones a mano que corroboraran nuestra teoría. Nuestra opinión es compartida por otros aficionados hispanos y también anglosajones. En nuestro caso, han sido unos pequeños experimentos domésticos y las observaciones hechas en el campo, las que parecen descartar que esta planta tenga tales propiedades, al menos, a nivel génerico de un acuario o estanque. Sin embargo, no hemos conseguido pruebas suficientes para descartar o no el posible papel "anti-fouling" que pudieran tener dichas sustancias. De todos modos, Roger Miller dice haber tenido candelabro acuático con una maraña de algas filamentosas creciendo sobre él, así que ni ahí habrían las propiedades alguicidas.

Su mantenimiento en acuario es mucho más sencillo que el de especies de similar morfología y la consideramos una planta ideal para todos aquellos aficionados al "low tech".

No necesita inyección de CO 2 , gusta de aguas duras y alcalinas, acuarios sin calefacción, intensidad de luz alta y abonado de la columna de agua. Respetando estas condiciones, la planta crecerá sin ningún tipo de problema y podremos regalar esquejes a otros aficionados. La inyección de dióxido de carbono siempre es beneficiosa y ayuda al mantenimiento de esta planta en condiciones más extremas, sin embargo, en condiciones normales, resulta perfectamente mantenible sin dicha inyección, una buena noticia para todos aquellos aficionados que quieren un acuario "simple" sin tecnologías complicadas.

En acuarios con calefacción, su desarrollo no es tan exhuberante como en los acuarios de agua fría. También presenta un crecimiento fabuloso en estanque, si bien allí está influido por las variaciones ambientales anuales, de modo que los picos de crecimiento los tendremos cuando el clima no sea muy caluroso, pero tampoco excesivamente frío.

Es muy sensible a los productos químicos, pudiendo llegar a perder toda su masa foliar y quedar reducido a cuatro tallos de mala muerte. Esto es muy frecuente cuando se realizan medicaciones o se añaden alguicidas, por tanto, si tenemos que medicar el acuario, lo mejor que podemos hacer es colocar a la planta en un contenedor a parte.

La planta puede mantenerse flotando a su libre albedrío, si bien también pueden parcialmente enterrarse sus tallos en el sustrato. Eso sí, no esperemos a que la planta desarrolle raíces, porque nunca lo va a hacer.

 

A.Maceda & I.González | www.alaquairum.com

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