Polilla de la cera
Descripción
Biología de la especie
Especies de interés
Técnica de cría
Cuando buscamos alternativas en la alimentación de nuestros anfibios y reptiles, muchas veces nos encontramos ante grandes dificultades para lograr la cría con éxito de ciertos tipos de insectos que incluso pueden llegar a ser una presa no adecuada para nuestros animales.
En el presente artículo, vamos a mostrar la técnica de cría de la polilla de la cera (Galleria melonella), esperando que permita al lector poder proveerse de ejemplares en diferentes estadios sin tener la necesidad de recurrir a algún apicultor amigo que le ceda algunos paneles infectados.
Descripción
Se trata de un insecto del Orden de los Lepidópteros donde agrupamos tanto a mariposas diurnas como nocturnas y demás polillas.
Este taxón se reconoce sin problemas gracias a la presencia de un par de alas muy desarrollado, recubiertas de escamas y por la forma como colocan las alas en la posición de reposo, aunque es variable según sea una mariposa diurna o nocturna.
Presentan una cabeza móvil y ancha con unas piezas bucales especializadas en lamer que reciben el nombre de espiritrompa.
Los ojos son compuestos (como ya viene siendo común) y están muy desarrollados, sin embargo, los ocelos pueden estar ausentes.
El desarrollo de las antenas es variable en los lepidópteros, si bien las mariposas nocturnas como es nuestro caso, suelen tenerlas pequeñas y con forma de maza.
No esperemos que nuestra polilla presente unos colores vistosos cuando es adulta como la mayoría de mariposas, dado que se trata de una mariposa nocturna y como tal, los colores son grisáceos, colocan las alas de forma paralela al cuerpo y éste está recubierto con más escamas de lo que sería habitual para una diurna lo que se traduce en un tacto muy peculiar.
Son insectos provistos de poca movilidad debido a la presencia de unas patas poco capacitadas para la locomoción. Esto hace que realicen la mayor parte de sus desplazamientos por el aire.
Característico es su cuerpo blando sin mucha presencia de quitina con un abdomen muy desarrollado sin cercos terminales.
El desarrollo es del tipo holometábolo, es decir, con metamorfosis complicada.
Biología de la especie
Las polillas de la cera son mariposas nocturnas que infectan las colmenas de las abejas lo que las convierte en una plaga odiada por los apicultores. Los adultos vuelan en busca de los colmenares donde depositan los huevos en las celdas creadas por las abejas de donde al poco tiempo nacerán unos diminutos gusanos de coloración blanquecina desprovistos de pelos urticantes que reciben el nombre de orugas.
Estas orugas se alimentan de la cera y la miel que encuentran en los panales de la colmena, formando durante sus desplazamientos un entramado de hilos que pueden llegar a formar verdaderas “telas” en el colmenar que poco a poco lo van echando a perder.
Una vez las orugas han alcanzado el tamaño adecuado forman un capullo con hilo segregado por ellas mismas y del cual emergerá días más tarde una mariposa resultado del proceso de metamorfosis.
Destacar el potente aparato masticador que presentan las orugas que son capaces de agujerear plástico, telas de nylon, etc. De ahí que sea muy importante mantenerlas en contenedores de plástico duro tipo recipientes de plástico de las tiendas multiprecios.
Especies de interés
Únicamente encontramos a la Galleria melonella que lleve esta vida en colmenares. Existe otro tipo de lepidópteros como las mariposas de la seda (Bombix mori) pero, esto ya correspondería a otro artículo y debido a la estacionalidad de su cría y el tipo de alimento (hojas de morera) por el momento no está incluido en nuestra lista de alimentos vivos.
Técnica de cría
Como vimos en el apartado de biología de la especie, necesitaremos contendores de cría resistentes y la capacidad de los mismos como ya viene siendo habitual, depende de la cantidad de adultos y orugas que deseemos mantener.
El recipiente deberá estar recubierto por una tela metálica fina (la más fina que encontremos) cuyo fondo lo llenaremos de pasta de cría formada principalmente por: glicerina, miel y pienso triturado para aves de corral todo mezclado de forma homogénea con un poco de virutas de madera que le den más consistencia. Se recomienda dejar la masa hasta el día siguiente antes de introducir las primeras orugas que son las que se alimentan, puesto que los adultos son de vida corta y se dedican a poner huevos básicamente.
Existe la alternativa en lugar de utilizar la pasta de cría antes citada y es acercarnos a un apicultor que nos ceda algunos panales, aunque esto suele ser una tarea complicada, sobretodo, si vivimos en una ciudad.
Una vez tengamos la pasta de cría colocada, deberemos introducir nuestra colonia de cría que puede estar basada en adultos o bien en algún contenedor con orugas que compremos en nuestro comercio habitual que esperando un poco de tiempo, ya darán lugar a adultos.
El tiempo de eclosión de los diminutos huevos una vez puestos es de aproximadamente unos 15 días y el tiempo de salida de las mariposas de los capullos suele ser de unos 40 días.
Recomendamos una temperatura cálida para que el desarrollo de las orugas y adultos sea lo suficientemente rápido como para no tener demasiada demora desde la compra de los progenitores al suministro de las primeras orugas. Así pues, una temperatura de unos 25-30ºC es adecuada. De manera que si queremos mantener nuestro contenedor de cría sin ningún tipo de calefacción es recomendable hacerlo aprovechando la estación cálida.
|