“El parc de les aus”. Un vuelo por el mundo de las aves.
Si existe algún lugar en el cual puedan observarse aves, tanto exóticas como autóctonas, en régimen de semilibertad cerca de Barcelona, es sin duda, en el “Parc de les Aus”. Situado en Vilassar de Mar, en la comarca del Maresme, es un enclave único en Cataluña y uno de los centros más importantes a nivel europeo en esta especialidad, según últimas catalogaciones.
A continuación, os presentamos nuestra experiencia personal en sus instalaciones que va acompañada de abundante material fotográfico para que podáis juzgar vosotros mismos la singular belleza de este parque. Debemos reconocer que, pese a vivir los dos en Barcelona, nunca antes habíamos visitado sus instalaciones, hasta que un buen día, después de oír referencias de él, nos animamos a hacer una excursión, conocerlo de primera mano y éste es el resultado.
Un poco de historia
En el año 1959, el matrimonio Viñals empieza a criar algunas parejas de periquitos y canarios, combinando esta afición con su trabajo cotidiano en el campo, donde cultivaban flores y verduras.
A lo largo de los años sesenta, esta afición fue creciendo, así como el número de ejemplares, construyendo de esta manera la primera voladera y aplicando avances tecnológicos como la incubación artificial.
En la década de los setenta, el “Parc de les aus” toma forma con la plantación de los primeros árboles y la apertura de la primera tienda de accesorios y alimentación para todo tipo de aves. Empiezan las visitas de los colegios, y a finales de los setenta, tiene lugar la consolidación definitiva del parque, con la preparación de material pedagógico para los colegios, la construcción de un Bar-Restaurante y una nueva tienda especializada en el mundo animal, el actual Natur Center.
Los años siguientes se caracterizan por las constantes ampliaciones y los nuevos servicios como la Zona de Parque Infantil, Las atracciones, El “Toca-Toca”, etc... hasta finales de los ochenta, cuando se acontece una transformación incorporando nuevas especies de difícil adaptación adecuando el hábitat a cada una de ellas y sustituyendo los antiguos rejados, alambradas y fosas por elementos arquitectónicos más naturales.
Fuente:www.elparcdelesaus.com
Situación y acceso
Carretera de Cabrils
08340 Vilassar de Mar
Barcelona
Si decidís desplazaros en coche desde Barcelona, lo más práctico es coger la Ronda de Dalt dirección Besós y a la altura del nudo de la Trinidad, desviaros dirección Mataró y Montgat. Continuando en esta dirección, os podéis ahorrar el peaje, yendo por la N-II que recorre varias poblaciones costeras de la costa catalana hasta llegar a Vilassar de Mar donde tenéis que estar atentos y fijaros en el cartel que pone Cabrils. Subiendo por esta carretera, os encontraréis un gran cartel que indica a mano derecha la desviación que os lleva al parque.
En el parque, tenéis a vuestra disposición un amplio parking gratuito que, salvo en épocas de gran afluencia de público, no creemos que llegue a la máxima ocupación.
Nuestra visita
Aprovechando la llegada de la primavera y el fantástico fin de semana soleado que teníamos en Barcelona por estas fechas, decidimos partir hacia el “Parc de las Aus” a media mañana del Domingo y, dada la cercanía de las instalaciones y ausencia de tráfico, llegamos al parque escasamente pasadas las 12 del mediodía.
Encontrar el Parque, es fácil por las buenas indicaciones que existen en la carretera desde que se coge el desvío hacia Cabrils, así que no hay pérdida. Tras aparcar el coche en un parking bastante vacío, nos dirigimos a las taquillas para adquirir nuestras entradas. El precio estándar para adultos es de 10,50 euros/persona, pero los niños en función de su edad tienen descuentos importantes, e incluso, pueden entrar gratuitamente, si son menores de 3 años.
Os recomendamos que si vais a visitar el parque en grupo, llaméis previamente al parque para informaros de los posibles descuentos especiales que os pudieran hacer, o bien, de los privilegios que pudierais tener, dado que nosotros los desconocemos, pero sabemos que existen.
Si de algo nos arrepentimos una vez dentro del parque, fue de no comprar antes de entrar, comida para pájaros en la tienda de animales que hay en las inmediaciones. El “Parc de les Aus” ofrece la posibilidad de dar de comer a los pájaros (y animales en general) que hay en sus instalaciones siempre que no se les dé “guarrerías”, sino comida apropiada para ellos que no les cause problemas digestivos. Decimos que nos arrepentimos, porque una vez dentro del parque, conocimos esta posibilidad y la tentación de dar algo de comer a los simpáticos pájaros que te vas encontrando cuando paseas por dentro del parque es grande, pero pagar los 2 euros que te piden por una bola de comida en las máquinas expendedoras que te vas encontrando estratégicamente, lo encontramos un robo, por la escasa comida contenida en dichas bolas y porque dudamos de la calidad de dicho alimento. Así, que mucho mejor antes de entrar en el parque, adquirir una bolsa de comida, para loros mismo, en la tienda de animales a un precio mucho más razonable y que, aparte, contiene más cantidad que susodichas bolas.
Para que veáis que no nos lo inventamos, aquí tenéis una de estas máquinas expendedoras. Aunque el parque está destinado mayoritariamente a las aves, es posible encontrar otros animales como tortugas acuáticas, y de ahí, que ofrezcan bolas de comida también para ellas (como podéis leer en la imagen) y que curiosamente, contienen el mismo tipo de comida que las otras máquinas que suministran comida “específicamente” para pájaros, como pudimos comprobar a lo largo de nuestra visita.


Las instalaciones
El “Parc de les aus” es un parque zoológico distinto de lo habitual, donde en sus más de 40.000 m2, el visitante puede disfrutar de un paisaje armonioso donde se combinan los colores de más de 500 especies de plantas diversas (árboles, arbustos y hierbas) con los de más de 300 especies de aves autóctonas y exóticas.
Los caminos que recorren las diferentes zonas de jaulas no están pavimentados, de modo que se integran perfectamente en el ambiente natural que pretende recrear el parque. Todas las jaulas están adornadas con abundante vegetación que pretende disimular con mayor o menor éxito los enrejados, logrando al menos, un hogar lo más acogedor posible para las aves.

Acceso al recinto. En las jaulas situadas a la derecha, pueden observarse: bellos estorninos de azul metálico, faisanes, tórtolas, pollas de agua e incluso, galápagos leprosos, si observáis con atención el suelo, entre otros muchos bellos pajarillos.

La casa de las Psittaciformes. Las jaulas, situadas a banda y banda de este camino de tierra, albergan a un número variado de especies de este orden entre: guacamayos, cacatúas y loros de tamaños diversos.

Majestuosidad y belleza en un solo animal. Estas amplias jaulas de mano izquierda tienen como protagonistas principales a los calaos (Bucerotidae) y a los tucanes (Rhamphastidae), unos animales que siempre han fascinado a los naturalistas de medio mundo.

Nursery. Todo parque zoológico tiene instalaciones especiales dedicadas a los más pequeños de la casa. En ella, podréis observar los nacimientos más recientes que han tenido lugar en el parque y conocer cómo son los huevos de un surtido variado de especies.

Este camino viene de la zona de los tucanes y nursery, y deja a mano izquierda, el recinto de los Marabús y la sala pedagógica, mientras que a mano derecha, podéis observar una charca habitada por diferentes aves acuáticas y alguna espontánea. Siguiendo recto, vais hacia la charca de las tortugas de Florida.

Aquí tenéis el estanque que os hemos comentado antes que había enfrente de la casa de los Marabús. En él, podéis observar: pollas de agua, anseriformes y varios ejemplares de cigüeña común.

Uno de los estanques mejor ambientados, donde podéis ver anseriformes y una plantación de ribera basada en espadañas del género Iris.

Éste es el camino que os llevará al estanque más grande del parque. En el lado izquierdo de la imagen, podéis observar una gran jaula que alberga psittaciformes.

Vista general del estanque. En él, podéis observar una gran variedad de anseriformes, entre los cuales destacan los ejemplares de cisne vulgar (Cygnus olor) por su tamaño y elegancia. Si echáis una ojeada al agua, no os será difícil, a pesar del agua verde y turbia, observar las grandes carpas que remueven el sedimento en busca de alimento.
Sigue....
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