Inicio Sobre AlaquaIrum Acuarios Acuaterrarios Foro Experiencias AlaquaIrum Descargas

 

 

 

Targetas de visita gratuitas, de gran calidad. No desperdicies esta oferta! Entra ya!

Eutanasia

Un tema tan en boga en la actualidad como la eutanasia merece ser tratado de forma especial también desde el punto de vista acuariófilo. No queremos en ningún momento equiparar el caso humano al de los animales ni tampoco entrar en polémica o herir sensibilidades. De modo que recomendamos a todo aquél que sea especialmente sensible a estos temas, sea cual sea el organismo que esté implicado, que no continúe leyendo este artículo.

Antes de continuar, nos gustaría decir que como biólogos y naturalistas somos unos defensores a ultranza del derecho a la vida, pero también creemos que cuando un animal se encuentra aquejado de una grave enfermedad que no tiene curación o la enfermedad se ha descubierto cuando estaba muy avanzada y no hay garantías que vaya a producirse ninguna mejora, más bien todo lo contrario, creemos que no es necesario alargar su sufrimiento.

Por otro lado, hay ocasiones donde, por finalidades científicas o para efectuar un correcto diagnóstico de la enfermedad que aqueja a los peces de un determinado acuario, es necesario sacrificar a algún animal para poder examinar sus órganos internos y entonces, viene la eterna pregunta: ¿Cómo sacrificar al pez sin que sufra?

No queremos que más peces acaben sus días en los inodoros (muerte lenta) ni que mueran de asfixia agonizando fuera del agua mientras esperan la llegada de la muerte. No queremos que más peces sean sacrificados de cualquier manera. En definitiva, queremos que los aficionados sepan cómo deben actuar cuando tienen que sacrificar a un pez sin que el proceso se convierta en una agonía y es por ello, que hemos realizado este artículo.

¿Cuando debe aplicarse la eutanasia?

El derecho a la vida es un derecho que tenemos absolutamente todos los organismos y no por ser los peces "organismos inferiores" (desde un punto de vista antropocéntrico) deben carecer de éste. Por tanto, nosotros, como aficionados, tenemos que garantizarles este derecho hasta el final de sus días.

Dicho esto, la respuesta a la pregunta que encabeza este apartado es que "sólo cuando sea estrictamente necesario". Debemos tener en cuenta: el estado del animal y nuestra experiencia como acuariófilos para efectuar la valoración del estado de éste.

En ocasiones, enfermedades aparentemente "aparatosas" tienen curación si se aplica el tratamiento adecuado. Por tanto, los acuariófilos noveles no debieran tomar nunca la decisión de sacrificar a ningún animal sin consultar a un acuariófilo experimentado.

¿Cómo sacrificar a un pez?

Los métodos se agrupan en dos grandes bloques:

  1. Físicos
    • Lesión mecánica
    • Temperatura
    • Electricidad
  1. Químicos
    • Anestésicos

Métodos físicos

Lesión mecánica

Es el sistema que más "sangre fría" requiere por parte del aficionado y os recomendamos que sino os veis con moral de hacerlo...¡NI LO INTENTÉIS! Si lo que os vamos a explicar a continuación no lo hacéis rápido y con decisión , estaréis causando un sufrimiento innecesario al animal y será peor el "remedio" que la enfermedad.

Podéis eutanasiar al pez de dos maneras:

•  Seccionando la cabeza con un bisturí o cuchillo

•  Golpe seco contra el suelo o alguna superficie dura

El primer sistema es apto tanto para peces pequeños como grandes, mientras que el segundo es preferible únicamente utilizarlo con peces pequeños o medianos (no más grandes que un gourmy perla). Os lo decimos porque cuanto más grande sea el pez, más resistente es éste al golpe y lo que hay que conseguir es que de un SOLO y CERTERO golpe el animal muera.

Mejor no utilizar estos métodos de eutanasia cuando se necesitan los peces para realizar algún examen postmortem .

Temperatura

Los peces son animales poiquilotermos (=ectotermos), es decir, su temperatura corporal varía con la ambiental y con ella, sus funciones fisiológicas. Si aumentamos la temperatura ambiental, el metabolismo de los peces se acelera, mientras que si la bajamos, el metabolismo desciende.

Por tanto, si colocamos a los peces en una jarra y los metemos dentro de una nevera, la temperatura del agua irá descendiendo progresivamente y hará que los peces se aletarguen. Una vez los peces estén "dormidos", podemos colocarlos en el congelador y "sin que se enteren", morirán congelados. Lógicamente, no podemos pensar en lo que nos ocurriría a nosotros en esta situación, porque somos homeotermos y sentimos dolor con los fríos extremos.

Otra manera de sacrificar a los peces por frío, es llenar un cubo con agua fría y unos cubitos y colocar en su interior al pez que queramos sacrificar. Este sistema es el que mayoritariamente se utiliza en las piscifactorias para matar a los peces que llegan a los mercados.

Electricidad

Es un sistema peligroso sino sabemos utilizarlo, pero es muy efectivo para sacrificar a pequeños peces al instante y sin sufrimiento. Lógicamente, también sirve para peces de mayor tamaño, pero la descarga eléctrica debiera ser proporcionalmente más grande que para los primeros.

Se coloca al pez en un pequeño volumen de agua y se coloca un polo en el agua y el otro tocando al pez. Se acciona la descarga eléctrica y el pez fallece al instante.

Métodos químicos

Anestésicos

Ésta podríamos decir que es la forma más científica y ética que existe para sacrificar a un pez de forma efectiva y sin dolor. No queremos decir que el resto de métodos no cumplan estos requisitos, pero si tiene que existir alguna forma oficial, debiera ser ésta.

Una dosis leve de anestesia adormece a los peces y es analgésica (no se siente dolor), pero si aumentamos la dosis, mata.

Son varios los analgésicos que tenéis a vuestra disposición en los comercios (no acuariófilos) y que podéis utilizar tanto para eutanasiar peces como para tranquilizarlos.

Algunos ejemplos son: benzocaína (debe disolverse previamente en alcohol dada su poca solubilidad en agua) y lo podéis añadir a razón de 40 - 100 mg/l (anestesia), MS222 (muy soluble en agua) a razón de 40 - 100 mg/l (anestesia), fenoxitol (líquido viscoso) y el anestésico más barato y más fácil de encontrar en tiendas de aromaterapia o productos naturales: el aceite de clavo ("clove oil").

La dosis anestésica de aceite de clavo es 10 gotas por litro de agua. Lógicamente al ser un aceite, es necesario remover el agua del cubo donde se encuentra el animal para que haga su efecto. Y, una vez el pez esté dormido, aumentaremos la dosis de anestésico hasta provocar su muerte.

Os recomendamos el empleo de guantes con el aceite de clavo, ya que tiene un olor penetrante y podéis estar "oliendo a clavo" durante bastante tiempo si entra en contacto con vuestras manos. Por supuesto, lavároslas siempre después de su uso.

 

A.Maceda & I.González | www.alaquairum.com

Copyright 2003-2006 AlaquaIrum. Reservados todos los derechos.