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Comportamiento; Taxias

Una definición aceptable de Comportamiento sería que es el total de todas las respuestas motoras de un organismo frente a los estímulos tanto externos como internos que actúan sobre él. Esto incluiría la locomoción, el cambio de coloración o apariencia, la secreción de componentes con propósitos reproductivos o de defensa. Probablemente, la noción de comportamiento incluye también todas aquellas cosas que asumimos han sido adquiridas en la evolución de cada uno de los organismos.

El comportamiento de los peces ha sido tema de estudio de muchos trabajos etológicos ( Etología es la ciencia que estudia el comportamiento). Conforme hemos podido descubrir y tener conciencia de muchos de los comportamientos de los peces, hemos podido empezar a entender la importancia de estas acciones tan intrínsecas en la vida de éstos.

Nosotros, en éste artículo, nos basaremos en las consideraciones sobre las respuestas locomotoras de los peces a varios tipos de estímulos.

Respuestas locomotoras a estímulos

Empezamos considerando los diferentes tipos de estímulos que pueden provocar respuestas en los peces. Éstos son atraídos o repelidos por una gran variedad de signos tanto externos (medio ambiente) como internos. Esto resulta en cambios en el estado de motivación del animal, teniendo como consecuencia algún tipo de respuesta neta observada como movimiento por nosotros.

La respuesta locomotora más simple y predecible es denominada cinesis. Ésta implica la actividad del sistema locomotor en respuesta a algún estímulo.

En cambio, el movimiento del animal de manera no azarosa recibe el nombre de taxias. El termino taxias se diferencia del de tropismos porque este último término está relacionado con el crecimiento y se usa para denotar una orientación en respuesta a un estímulo, como es el caso en plantas (que crecen hacia la luz) y en invertebrados sin capacidad motora.

Los diferentes tipos de “Taxias” pueden ser tanto positivas como negativas en relación al estímulo que las inicia.

Pasaremos ahora a explicar brevemente los diferentes tipos de movimientos que encontramos en el comportamiento de los peces:

Fototaxis

El término fototaxis hace referencia a la orientación del pez respecto a la luz.

Gran parte de los peces son criaturas con un predominio bastante patente de la visión. Es por eso que no es extraño que la fototaxis juegue un papel importante en la vida de éstos.

La fototaxis positiva es aparentemente la mayoritaria entre las especies de peces diurnos, por lo que la mayor parte de ellos nadará hacia la luz durante la noche (atraídos por ésta). Algunas técnicas de pesca utilizan esta característica para atraer a las redes el mayor número de peces posibles, disponiendo luces cerca de sus redes o bombas. Además, se ha llegado a perfeccionar bastante esta técnica, ya que se ha visto que las diferentes especies de peces reaccionan más o menos dependiendo de la intensidad de la luz emitida. Algunos incluso son más atraídos por luces azuladas que por la típica luz blanca.

Otras especies exhiben fototaxis negativa. Esto es, huyen de la luz. Este comportamiento hace que este tipo de peces se agreguen por la noche cerca de la superficie, donde encuentran gran cantidad de su alimento preferido, el plancton. A medida que la luz ambiental va aumentando al amanecer, éstos peces vuelven a las profundidades. Finalmente decir que la fototaxis negativa está también asociada a los comportamientos de camuflaje de muchas especies.

La luz opera también en el mantenimiento del ritmo endógeno de los peces, aunque se sabe que hay otros ritmos circadianos que funcionan de manera independiente a ésta. Cave recalcar que en muchas especies la luz marca en gran parte los aspectos estacionales y diarios de la fisiología reproductiva, incitando o no (en el caso de peces de freza nocturna) a la reproducción de los diferentes individuos.

De lo dicho se deriva también que la luz es la responsable de los diferentes periodos de actividad / inactividad de los peces.

Es interesante notar que la mayoría de peces con gran colorido de los reefs de coral son mayoritariamente diurnos. En cambio, los habitantes de hábitos nocturnos suelen tener un colorido mucho más triste y “soso”.

Para acabar, sólo mencionar esas especies que viven en las profundidades, muy cerca del sustrato, donde no llega nada de luz. En estos peces, la bioluminiscencia juega un papel clave en sus vidas.

Posicionamiento respecto a la luz

 

Geotaxis

Hace referencia a la postura adoptada por los peces respecto a su sensibilidad hacia la gravedad.

La postura de muchos peces viene determinada por la reacción frente al estímulo lumínico en combinación con su sensibilidad a la gravedad. La percepción de la gravedad está mediada por la estructura membranosa del laberinto. Los peces intentarán mantener la posición de su cuerpo con la parte dorsal hacia arriba, atendiendo a una geotaxis y fototaxis positiva. Si la fuente de luz está situada a un lado, el pez modificará su postura de acuerdo con la dirección de la luz. La geotaxis prevendrá al pez de tomar o posicionarse en ángulos de inclinación extrema, pero esto puede ser modificado si se extrae la estructura del laberinto. En algunos casos, si las estructuras del oído interno han sido extirpadas, los peces con estas características podrán orientar su cada más dorsal hacia abajo si la fuente de luz ha sido posicionada así. Posiblemente alguno de los lectores haya visto algún acuario con una luz en el fondo, al revés de los típicamente normales, y peces nadando boca abajo.

Los peces gato invertidos contradicen estas observaciones generales, ya que su posición normal es con su cara ventral hacia arriba. Este comportamiento es el resultado de la inversión del patrón que contrarresta el efecto de la gravedad. En estos casos, los peces tienen un color más oscuro en su parte ventral que en la dorsal, al revés que la mayoría de peces.

Electrotaxis y Magnetotaxis.

A lo largo de los más misteriosos sistemas sensoriales que poseen los peces, uno de los que nosotros no somos capaces de apreciar es el de la electrorecepción. Gracias a la presencia de la línea lateral, los peces son capaces de captar señales de tipo eléctrico.

Aunque sólo hay unas pocas especies capaces de generar una corriente eléctrica lo suficientemente fuerte como para matar a su presa, la capacidad de emitir y detectar señales eléctricas débiles está mucho más extendido en el mundo de los peces, probablemente es un mecanismo ubicuo. En algunas familias, como es el caso de los peces elefante y de los peces cuchillo, la emisión y detección de estos débiles campos eléctricos se ha visto como un mecanismo de orientación y de comunicación entre los individuos que viven usualmente en aguas turbias, donde el contacto visual es mínimo.

La capacidad de los peces para responder a campos magnéticos es un descubrimiento mucho más reciente, que ha provocado muchas discusiones y debates entre los especialistas. Experimentos han demostrado la habilidad de los peces elasmobránquios para orientarse según un campo magnético. Se ha deducido que esto podría ser un mecanismo por el que los peces migradores se orientan, para saber exactamente a dónde deben dirigirse. Esto no sería extraño, ya que otros vertebrados, tales como las aves, utilizan este mismo mecanismo para hacer exactamente eso, orientarse a la hora de su migración.

No se sabe mucho más del tema, así que dejamos este subapartado aquí.

Quimiotaxis

Sabiendo que los peces son capaces de discernir entre los diferentes estímulos gustativos (Sentido del gusto) y olfativos, no es extraño que las respuestas a sustancias químicas sean realmente significativas en la vida de los peces. Éstas son importantes para la localización del alimento, para el cuidado paterno de las crías, y para evitar situaciones de peligro.

Por ejemplo, se ha visto que el olor de un esturión provoca en poecilidos una reacción violenta, precipitándose hacia la superficie, o todo lo contrario, quedándose inmóviles durante el periodo en el que dure dicho estimulo. Esta reacción parece ser innata y se puede comprobar con individuos que no han tenido ningún tipo de experiencia previa frente a depredadores.

También se ha visto que los salmones muestran una fuerte respuesta escapatoria en presencia de olores de osos, focas y humanos. Cuando extractos de piel de mamífero o soluciones de una amina que parece ser la responsable del estímulo son puestas en las vías típicas de nado de estos peces, muchos de los individuos abandonarán sus posiciones y se dirigirán hacia el fondo donde puedan sentirse más seguros.

Zigmotaxis

La manera en que muchos peces se orientan espacialmente en su entorno parece sugerir que éstos suelen mantener una cierta distancia entre ellos y sus compañeros u otros individuos u objetos, etc.. Esta orientación es remarcable por su extremada precisión y coordinación.

Experimentos realizados para determinar el comportamiento de los peces respecto a las diferentes superficies que quedan a su abasto y respecto a sus compañeros señalan que los peces suelen intentar mantener contacto con la mayor parte de superficies que tengan a su disposición, lo que parece que les proporciona un mejor control de su ambiente y todo lo que les rodea, ya sea materia viva (caso de otros peces,..) o inerte (piedras, el cristal de un acuario,....).

Éste comportamiento es especialmente beneficioso para los peces de costumbres nocturnas, por razones obvias.

Reotaxis

Consiste en la reacción frente a una corriente de agua, que es observada comúnmente en muchos peces que viven en zonas de corrientes constantes e incluso en algunos peces de vida en aguas calmadas (lagos,..).

Algunas especies se dispondrán de forma desordenada o en direcciones aleatorias en un tanque sin una corriente considerable de agua. Sin embargo, se dispondrán de forma lineal hacia la corriente cuando el agua se haga fluir en el tanque en una dirección concreta.

Un ejemplo bastante ilustrativo sobre esta taxia es el caso de la Anguila, que presenta una reotaxis positiva en su estadio reproductivo y una reotaxis negativa hacia el final de su vida.

Se ha visto que esta reacción frente a la corriente de agua puede estar determinada genéticamente. Cogiendo especies de vida en aguas calmadas o en corrientes, y poniéndolas en hábitats contrarios a los de su naturaleza, se comprobó que presentaban diferentes orientaciones hacia las corrientes, que coincidían con su hábitat natural, no con el nuevo hábitat en el que habían sido introducidas. De ahí que se piense que este comportamiento pueda estar muy ligado a caracteres genéticos.

 

Comportamiento “hogareño” ( Homing behavior )

Alguna o todas las taxias explicadas arriba tienen que ser significativas en lo que se refiere a la habilidad de los peces para buscar, procurar y mantener una zona o campo que será su “hogar” o territorio. esto muchas veces implica, como en el caso del salmón, migraciones de varios cientos de quilómetros.

Este comportamiento comprende una de las áreas más estudiadas en cuanto a etología de los peces. Es un componente integral del comportamiento migratorio exhibido por los peces.

La habilidad de “crear” estos hogares, sobretodo la capacidad para volver a hábitats ya conocidos, es un punto clave en el éxito del tránsito de un tipo de hábitat a otro.

Los peces han demostrado tener un territorio bastante definido en donde pasan la gran parte de su tiempo. Este territorio puede ser desde unos pocos metros (hablando de peces en libertad, en su hábitat natural) hasta varios quilómetros (línea de costa, lagos, ...).

Varios experimentos han demostrado la habilidad de distintas especies de peces para regresar a sus “hogares” después de haber sido trasladados a zonas distantes. La mayoría de peces son capaces de hacerlo en rangos de distancias cortas. Pero se sabe de algunas especies que pueden regresar a puntos muy concretos desde distancias de hasta 23 km, un dato más que respetable teniendo en cuenta el tamaño normal de un pez típico marino, por ejemplo.

Para que todo esto sea posible, las señales por las que los peces se orientan deben incluir una combinación de entidades físicas y químicas, así como patrones simples de búsqueda al azar de ese “hogar”.

 

Aquí acaba el artículo referente a las taxias. Aún quedan más aspectos interesantes sobre el comportamiento de los peces, que explicaremos en el siguiente artículo de comportamiento: El comportamiento social de los peces.

 

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