Calefacción
Cuando nos decidimos a montar un acuario tropical, uno de los aspectos más importantes a tener en cuenta es la instalación de una resistencia provista de un termostato de calidad que nos permita mantener la temperatura del agua de nuestro acuario en el valor que deseamos.
Durante muchos años, los acuarios tropicales fueron calentados con las típicas resistencias de barra que se colocaban en alguno de los laterales del acuario desde donde el calor que desprendían se distribuía "uniformemente" por toda la urna gracias a la corriente del agua.
Actualmente, han entrado en el mercado los llamados calefactores de fondo que junto con termocalentadores de última tecnología, nos permiten mantener nuestro acuario en la temperatura deseada.
En el presente artículo, vamos a abordar los diferentes sistemas de calefacción que tenemos disponibles actualmente en los comercios especializados y cómo podemos mediante el uso de un calefactor potenciar el crecimiento de nuestras plantas. Así pues, la estructura que vamos a seguir será la siguiente:
Calentadores de barra
Los calentadores de barra son el sistema de calefacción más utilizado por los acuariófilos tanto novatos como veteranos y de los cuales existen modelos para todos los gustos y bolsillos.
Tenemos modelos antiguos formados sólo por una resistencia que calienta el agua de manera continua (salvo que instalemos un termostato exterior) y los modernos, también llamados termocalentadores, compuestos por una resistencia con su correspondiente termostato acoplado que nos permiten regular de forma fácil y segura la temperatura de nuestro acuario. Dentro de la gama de termocalentadores que ofrecen las casas comerciales, tenemos algunos que pueden estar sumergidos en su totalidad, perfectamente estancos y sin riesgos ni para los peces ni para su cuidador y otros de reciente incursión en los comercios que aún quedando encendidos fuera del agua no se rompe el cristal y lo más sorprendente todavía, resisten como ninguno golpes de todo tipo, lo que significa que a partir de ahora una caída fortuita de nuestro termocalentador al suelo nos supone la compra de uno nuevo.
La potencia del calentador está directamente relacionada con la temperatura de la habitación donde tengamos nuestro acuario o lo que es lo mismo, necesitamos más potencia cuanto más fría sea nuestra habitación. Si queremos andar sobre seguro, recomendamos que por lo menos la potencia del calentador equivalga al volumen del acuario, es decir, un watio por cada litro de agua.
Debemos tener en cuenta que por muy sofisticado que sea un calentador, la tecnología siempre puede fallar y sería una pena que nuestro acuario acabara siendo una sopa de pescado. Por eso, os recomendamos que periódicamente observéis la temperatura exacta de vuestro acuario con ayuda de un buen termómetro de mercurio (no tenemos nada en contra las enganchinas digitales pero preferimos los de toda la vida), ya que mucha gente sólo se preocupa de lo que marca el termómetro cuando monta el acuario por primera vez y después vienen los disgustos.
El funcionamiento de un termocalentador es simple. Todos tienen una luz que se enciende cuando están en funcionamiento, de modo que debemos cerciorarnos que cuando la luz está apagada la temperatura del acuario está en el valor que deseamos. Si no lo está, no tenemos más que girar la rueda que llevan en la parte superior hacia el + y comprobar cuando la luz se haya apagado cuál es la temperatura que tenemos.

Hace unos años, una revolucionaria casa alemana incorporó a sus filtros exteriores un termocalentador dando lugar a lo que actualmente conocemos como termofiltros. Presentan la ventaja que el calor se distribuye uniformemente por todo el acuario al mezclarse con el agua que sale del filtro y por otro lado, nos evita el tener un calentador en el acuario que de no disimularlo no deja de ser un poco antiestético. Aunque parezca que todo son ventajas, tienen un problema y es el siguiente. Cuando el filtro se estropea no sólo dejamos a nuestro acuario sin filtro sino que encima también lo dejamos sin calefacción, es decir, agravamos los problemas al estar ambas cosas conectadas y trabajando de forma sincronizada.
Sin llegar a ser un filtro exterior, hay casas comerciales que venden acuarios con el llamado filtro modular situado en un lateral del acuario. En el interior de esta caja de color negro, existe un encaje para el termocalentador de manera que tenemos la doble ventaja de distribución del calor y estética, pero filtro y termostato funcionan de manera independiente.
Aunque por medio del movimiento del agua, podamos garantizar una temperatura uniforme en la columna de agua, lo cierto es que nunca conseguiremos que todo el acuario alcance la misma temperatura porque siempre quedan puntos muertos o zonas por las que simplemente el agua caliente no va a penetrar de forma natural como puede ser el sustrato dando lugar al "síndrome de los piés fríos" en las plantas del cual hablaremos en el siguiente apartado.
Calentadores de fondo
Si tuviéramos la ocasión de tocar con los piés el suelo de un torrente tropical, nos daríamos cuenta que el suelo está a la misma temperatura que el agua que transcurre por él y es precisamente, sobre cómo mantener el sustrato a la misma temperatura que el agua del acuario de lo que vamos a hablar a continuación.
La tecnología pone a disposición del acuariófilo los llamados cables calefactores que colocados sobre el fondo antes de depositar la arena del acuario, garantizan que una vez lleno de agua se cree una corriente ascendente a través de la arena que resulte sumamente beneficiosa para las plantas.
Muchos se estarán preguntando si es posible mantener un bonito acuario plantado sin tener instalado un cable calefactor y la respuesta es sí, como lo demuestran los acuarios de muchos aficionados a este hobby, pero el empleo de un cable calefactor no deja de entrar en esos elementos recomendables en la instalación de cualquier acuario plantado.
No vayamos a pensar que la acuariofilia haya inventado nada nuevo, de hecho la gran mayoría de invernaderos y demás centros dedicados a la horticultura ya los utilizan para promover el enraizamiento y crecimiento de sus plantas.
La potencia del cable calefactor no debe ser muy grande (alrededor de 2 watios por cada 10 litros de agua), ya que recordemos que la misión del cable calefactor no es calentar el agua en sí, sino el crear corrientes de convección a través de la arena que a su vez evitan que la temperatura de ésta sea más fría que la del agua del acuario (síndrome de los "piés fríos"). Dicho de otro modo, la mayoría de las veces necesitaremos instalar un calentador tradicional para mantener el agua a la temperatura deseada, sobretodo si vivimos en regiones de inviernos rigurosos y el acuario está en una habitación sin calefacción.
Si no queremos correr riesgos podemos conectar el cable calentador a un termostato como haríamos con una resistencia tradicional, ya que pese a no tener una gran potencia siempre es mejor tenerlo controlado que no dejarlo funcionando continuamente como aconsejan algunos autores.
Existen casas comerciales que proporcionan termostatos capaces de controlar simultáneamente el cable calefactor y el calentador tradicional en caso de usar una resistencia y no un termocalentador. Es muy importante que tengamos presente que siempre deberá tener prioridad el cable calentador antes que el calentador tradicional cuando haga falta calentar el agua. Por eso, recomendamos establecer una temperatura mínima a la cual se dispare el calentador tradicional si el cable no diera abasto que podría ser 24ºC por ejemplo, si la temperatura normal a la que mantuviéramos el acuario fuera 26ºC.
Una alternativa al uso del cable calefactor, sería la instalación de un sistema de tubos por todo el fondo del acuario por donde circulara agua caliente. De todos modos, no creemos que el coste de un cable calentador sea tan elevado como para tener que realizar bricolaje acuariófilo.
Cualquier sistema de calefacción de fondo, genera gracias a que el agua caliente asciende hacia la superficie y el agua fría va hacia el suelo, lo que conocemos como corrientes de convección. Esto provoca que:
- Los nutrientes depositados en las capas más profundas asciendan hacia las raíces de las plantas con la corriente del agua y puedan ser absorbidos.
- Permite mantener el suelo oxigenado al hacer circular el agua
- Favorecemos el ciclo del nitrógeno
- Al consumir las bacterias nitrificantes que se encuentran en las primeras capas (ambiente oxidante) el oxígeno, favorecemos que en las capas más inferiores del sustrato, se cree un ambiente reducido que favorezca la movilización de ciertas moléculas.
Algo a tener en cuenta es que los cables calefactores con el paso del tiempo pueden estropearse y dejar de calentar, debemos vigilar su funcionamiento y en caso de escacharrarse programar su renovación en alguna limpieza general del acuario que tengamos que hacer o sino simplemente pasar de él que como hemos dicho al principio, no es un elemento imprescindible.
Damos por finalizado el apartado de los cables calefactores, no sin antes recordar que no sirven de nada las mantas eléctricas ni todas los artilugios que podamos colocar debajo de nuestro acuario, ya que no crearemos las corrientes de convección de las cuales hemos hablado.
Precauciones en el uso de calentadores
Vamos a resumir en una serie de puntos, cuáles son las precauciones a tener en cuenta en la instalación de cualquier calentador en nuestro acuario:
1. Por regla general, siempre que vayamos a sacar el calentador de nuestro acuario, apaguémoslo previamente y dejemos que se enfríe.
2. Nunca enchufemos un calentador fuera del agua
3. Coloquemos el calentador cerca del filtro, las corrientes de agua generadas por éste, ayudarán a distribuir el calor de forma uniforme por todo el acuario. Si tenemos un acuario de gran volumen es preferible la utilización de dos calentadores de menos potencia que sumados hagan la potencia que necesitamos que no uno sólo, ya que de esta manera colocando uno en cada extremo conseguimos repartir mejor el calor.
4. Evitemos que el cristal del calentador esté en contacto con el sustrato o los cristales de nuestro acuario. Esto es especialmente importante cuando tenemos calentadores muy potentes, ya que al concentrarse el calor en un punto podría producirse la ruptura del cristal.
5. El termómetro siempre debe estar situado en la parte opuesta a donde hayamos colocado el calentador, ya que es la única manera de conocer exactamente cuál es la temperatura de nuestro acuario.
6. Las escalas de temperatura que traen los termostatos son orientativas, fiémonos siempre de la que marca el termómetro.
7. No deberían acumularse ni algas ni cal en los calentadores, así que limpiémoslos periódicamente.
8. Tengamos siempre presentes las instrucciones del fabricante para conocer cuáles son las características de nuestro aparato: si es completamente sumergible o no, etc.
9. No es aconsejable colocar un calentador de mucha potencia en acuarios de pequeño tamaño, el constante encendido y apagado que sufren en un corto espacio de tiempo provoca su deterioro.
10. Con la llegada del verano y el ascenso de las temperaturas, es recomendable que desconectemos todos los equipos de calefacción. Un encendido por error de algún aparato que haya quedado bloqueado puede hacer subir la temperatura hasta valores muy peligrosos.
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